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Sobre miedos e instintos de muerte: (Escribí esto) mientras la peste (me) rondaba de Cristian Astigueta

Mario Kuski Zanatta Salvador

Mariozanatta Profile
Mario Kuski Zanatta Salvador

Dramaturgo, director, docente e investigador teatral ítalo-peruano. Licenciado en Formación Artística, Especialidad Teatro, Mención Actuación en la ENSAD. Ha escrito diversas obras como: Hasta que choque el hueso, coescrita con Sebastián Eddowes; Alguien que se va; Larga caminata hacia la mañana siguiente; Proyecto agua: Instrucciones para no morir de sed; De cuando “El Flaco” Martínez se fue al cielo sin decirle adiós a su chibolo; Playlist de cumpleaños y Los sonidos al otro lado de mi puerta, las cuales han sido premiadas a nivel nacional y publicadas en compilados de dramaturgia. Actualmente, es docente de cursos relacionados a la historia del teatro e investigación teatral en la ENSAD.

Correo electrónico: kuski.1995@gmail.com

Sobre miedos e instintos de muerte: (Escribí esto) mientras la peste (me) rondaba de Cristian Astigueta

Mario Kuski Zanatta Salvador

Escuela Nacional Superior de Arte Dramático

El 4 de junio del 2022, en uno de los pulmones del teatro independiente de la ciudad cusqueña, Casa Darte, tuve la oportunidad de asistir al híbrido escénico (Escribí esto) mientras la peste (me) rondaba) que, según palabras de su creador, Cristian Astigueta, es un mix de teatro testimonial, stand up tragedy, unipersonal y audiovisual; elementos que pasaremos a comentar más adelante y que serán el pretexto de la siguiente reseña.

Cristian Astigueta es un actor, director, dramaturgo y creador escénico arequipeño que desde hace varios años radica en la ciudad del Cusco, donde a través de su agrupación Teatro del Vacío ha realizado diversas puestas en escena, tendencialmente unipersonales, en las que predomina el relato personal. Se trata de un creador que se ha caracterizado, entre otras cosas, por su inquietud en mezclar distintas formas escénicas, muchas de ellas hijas de lo llamado posdramático, o por lo menos de algunas de sus características centrales como la fragmentación, la no linealidad, la tendencia a la autorreferencialidad o la no centralidad de la fábula.

Zanatta 4

(Escribí esto) mientras la peste (me) rondaba de Cristian Astigueta
Fotografía de Jorge Polo

De ahí que podamos hablar de otras obras de este artista como Máquina/Hamlet/80-00 (2018), dirigida en su primera versión por Mariacé Roberts, una adaptación de la —a su vez— adaptación que el dramaturgo alemán Heiner Müller hiciese del Hamlet de William Shakespeare, situada en Perú entre los años 1980 y 2000; 1986: Subterráneo y luminoso (2019), en la que, a través de sus recuerdos, un hijo de migrantes encontrará un refugio en el punk, mientras transita por canciones y agrupaciones características del rock subterráneo peruano de los 80’ y por acontecimientos acaecidos durante el conflicto armado interno; o Akatanq’a o el margen de lo puro (2021), donde un hombre con epilepsia realizará un viaje entre las plantas, danzas y elementos de la cosmovisión andina para curarse; entre otras. Obras que nos sirven para tener un antecedente claro de las temáticas y características escénicas presentes en el trabajo de este artista. 

En (Escribí esto) mientras la peste (me) rondaba, su última propuesta, Astigueta vuelve a esta característica que, de cierta manera, se repite en puestas en escena anteriores: el relato personal. La obra, en ese sentido, compuesta y sostenida desde una sola unidad escénica (el actor), se vuelve un unipersonal, compuesto por 12 escenas que no siguen un orden cronológico lineal y que narran acontecimientos que van del 16 de marzo del 2020 (cuando se declara el toque de queda a nivel nacional a raíz del brote del covid-19) al 30 de octubre de ese año, pero sin ser estos momentos el inicio y el final de la obra, respectivamente.

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(Escribí esto) mientras la peste (me) rondaba de Cristian Astigueta
Fotografía de Leonel Cano

La obra, en líneas generales, es un relato fragmentado, conformado por momentos de un diario que no sigue una temporalidad clara y en el que predomina el discurso personal del artista alrededor del miedo, la incertidumbre y la muerte en relación con momentos históricos que el Perú, mientras tanto, irá atravesando durante la pandemia provocada por el covid-19, como el toque de queda, los discursos del entonces presidente Martín Vizcarra, las celebraciones por Fiestas Patrias e imágenes documentales en general. Cada escena no está conectada entre sí más que a nivel temático, lo que lleva a la construcción de una dramaturgia desde el uso de momentos íntimos, a partir de los cuales el actor/personaje irá develando su estado mental de indecisión y caos, como cuando abandona un gato que no le perteneció, celebra su cumpleaños en soledad, roba un pijama de cocodrilo; cuando da cuenta de personas que habitaban su día a día y que han fallecido, o da cuenta de que va a hacer una obra de teatro; o como cuando, en la última escena (siguiendo la línea cronológica de los episodios, no la propuesta de la obra), añora su muerte: “Quiero morir yo y no los que quiero, solo yo, solo yo… Quiero que esto se termine y quiero cantar… solo cantar… como un pequeño insecto”.

Es por la presencia de este pequeño mundo interno aparentemente secreto, que gracias a la puesta se abre al espectador, que hablamos de una obra con características del teatro testimonial. El actor, Cristian Astigueta, manifiesta su experiencia en primera persona, no representa a un personaje en sí o, en todo caso, se representa a sí mismo; no diferencia su ser actor de ser personaje, como si fuese un documento vivo que evidencia lo que vivió durante esta época de pandemia y de encierro.

Zanatta 2

(Escribí esto) mientras la peste (me) rondaba de Cristian Astigueta
Fotografía de Leonel Cano

La forma en la que este testimonio se presenta, sin embargo, recoge características del stand up tragedy, género que se popularizó durante la segunda mitad del siglo XX en Europa y Estados Unidos, en el que a través de un micrófono el actor le hablaba sin barrera alguna al espectador para contarle en primera persona su vida. Astigueta, en ese sentido, usa a menudo este recurso, pero solo para contar los momentos de mayor intimidad, cuando la palabra se vuelve reflejo de sus demonios interiores, sus temores y deseos más ocultos. Así, amplificar la voz desde el micrófono se convierte en una metáfora de aquello que no se puede oír, al contrario de lo que ocurre cuando no usa este objeto, pues “a voz en cuello” la palabra relata aspectos más asociados a lo anecdótico.

Sin embargo, cabe señalar que, si bien se trata de una propuesta que parte del relato personal y, por ende, construido desde la verdad y la credibilidad, no siempre lo narrado termina de percibirse como totalmente cierto. Lo que se cuenta, entonces, deambula en un límite muy delgado entre lo que es real y lo que es ficticio.

Hasta este momento, por tanto, estamos frente a una propuesta que en gran medida se sostiene desde dos formas escénicas que desde la contemporaneidad podríamos asociar con las poéticas del yo: el teatro testimonial y el stand up tragedy; todo desde la forma de un testimonial que, en línea con muchas de las búsquedas escénicas de las últimas décadas asociadas a la relación entre los elementos tradicionales del teatro y la tecnología, genera interacciones con lo audiovisual.

Esta última premisa se sustenta desde la presencia de dos componentes: la música y la proyección escénica. La primera tiene un rol atmosférico, por las sensaciones y ambientes que produce, y también un rol discursivo, sobre todo cuando el actor presenta estos referentes como elementos culturales: tal es el caso de Chacalón, que acompaña su monólogo introductorio, y el rock; ambos, géneros recurrentes en el trabajo de Cristian Astigueta. La proyección, por su parte, cumple dos roles esenciales: complementa la acción dramática, cuando muestra imágenes —documentales o abstractas— en paralelo a la palabra enunciada por el actor; y, en ocasiones, se vuelve parte o extensión de la dramaturgia o la acción dramática, como cuando vemos al actor en espacios fuera del teatro realizando otras actividades.

Zanatta 1

(Escribí esto) mientras la peste (me) rondaba de Cristian Astigueta
Fotografía de Leonel Cano

Si bien todos estos elementos descritos se hacen presentes de alguna u otra manera, la forma cómo lo hacen, en ocasiones, termina siendo aleatoria y un poco caótica, sin dejar realmente establecidos los códigos escénicos usados y las diferencias entre ellos (si es que existiesen). Esto da cuenta de una puesta que aparentemente no se construye desde un orden lógico —o desde lo que entendemos por ello— ni con una razón lineal, secuencial y ordenada, sino más bien desde la fragmentación, la yuxtaposición y la abstracción; elementos que caracterizan a muchas de las puestas en escena que en las últimas décadas se han asociado con lo posdramático y, además, a la mente misma, más aún cuando se encuentra habitando momentos de caos, incertidumbre, pánico y, por qué no decirlo, de extraña cercanía a la muerte. 

De ahí que (Escribí esto) mientras la peste (me) rondaba sea una obra que, desde su desorden y su caos, termina siendo también una forma necesaria para hablar de lo que significó el año 2020 para muchas personas. Quizás no para entender, ni para tomar una postura sobre lo que se hizo bien y se hizo mal, sino para reconocer, desde un relato íntimo, que durante ese tiempo probablemente lo único que nos unió fue ese extraño, atractivo y orgánico miedo a lo que hay más allá de la vida, aquello que desconocemos y que en algún momento habremos de afrontar.

Afiche Zanatta

Obra: (Escribí esto) mientras la peste (me) rondaba, creada por Cristian Astigueta
En escena: Cristian Astigueta
Fecha: sábado 04 de junio del 2022
Hora: 7:30pm
Lugar: Casa Darte-Av. Micaela Bastidas 331, Wanchaq, Cusco

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